En Puerto Rico, cada comerciante sabe lo que significa levantar un negocio: horas de esfuerzo, sacrificios y una inversión que muchas veces representa el trabajo de toda una vida. Dentro de esa inversión, el inventario ocupa un lugar central. Son los productos que vendes, la materia prima que utilizas o el material que necesitas para operar. Sin inventario, no hay negocio. Y sin una protección adecuada, todo ese esfuerzo puede perderse en cuestión de minutos.

He visto cómo un huracán, una inundación o un incendio dejan estantes vacíos y almacenes arruinados. La realidad es que nadie espera que le pase hasta que ocurre. Lo triste es que muchos comerciantes creen que con tener el local asegurado ya es suficiente, pero la póliza de la estructura no siempre incluye lo que está adentro: puedes tener el techo cubierto, pero si pierdes tu mercancía, esa pérdida corre por tu cuenta.

Un seguro que proteja el inventario hace justamente eso: te respalda ante eventualidades que podrían dejarte sin nada que vender. Imagina que después de un huracán tu tienda queda inundada. El local se repara con la póliza de propiedad, pero ¿quién responde por las cajas de mercancía dañada? Con una cobertura que incluya inventario, el seguro puede compensar ese valor y darte la oportunidad de recuperar tu inversión.

Además, este tipo de protección no solo aplica a huracanes. También puede cubrirte en casos de robo, incendios o accidentes que comprometan tus productos. La clave está en declarar correctamente el valor de tu inventario, mantener un registro actualizado y trabajar con un agente que te ayude a diseñar la póliza adecuada.

En mi experiencia, asegurar el inventario es una de las decisiones más inteligentes que puede tomar un comerciante. No se trata solo de proteger productos, se trata de cuidar tu fuente de ingresos, tu estabilidad y tu futuro. Un negocio puede sobrevivir a una tormenta, pero sin inventario, abrir las puertas al día siguiente se vuelve imposible.

Mi consejo es simple: no dejes esta decisión para después. Hablemos sobre cómo estructurar una póliza que proteja tu inversión y te dé la tranquilidad de saber que, pase lo que pase, tu negocio siempre tendrá una segunda oportunidad.