¿Cómo funciona la tasación de la propiedad en tu seguro?

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En Puerto Rico, tener un seguro de propiedad no es solo cuestión de cumplir con un requisito: es proteger lo que tanto esfuerzo te costó lograr. Sin embargo, para que esa protección funcione correctamente, la póliza tiene que estar basada en un valor realista de tu propiedad. Aquí es donde entra en juego la tasación.

Muchas personas me preguntan: “¿Por qué tengo que tasar mi casa cada cierto tiempo si ya la aseguré?” La respuesta es sencilla: la inflación y los cambios en los costos de construcción hacen que lo que hoy cuesta $100,000, mañana pueda costar mucho más. Por eso, cada cinco años se recomienda mandar a tasar la propiedad, para ajustar el costo de reemplazo actual y asegurarnos de que la póliza sigue siendo suficiente.

Es cierto que las compañías de seguros suelen incluir un margen de error para cubrir variaciones, pero confiar solo en ese margen puede dejarte corto al momento de un reclamo. La tasación actualizada te da la certeza de que, si ocurre lo inesperado, tendrás respaldo para reconstruir y no tendrás que cubrir de tu bolsillo la diferencia.

Dentro de una tasación, es importante distinguir dos conceptos que suelen confundirse: el costo de mercado y el costo de reemplazo. El costo de mercado está relacionado con la ubicación de la propiedad, las condiciones del vecindario y factores externos que hacen variar su precio en el mercado inmobiliario. En cambio, el costo de reemplazo se refiere únicamente a cuánto cuesta reconstruir la estructura de tu casa en caso de pérdida total. Es este último valor —el de reemplazo— es el que se asegura.

Ahora bien, aquí viene un punto que muchas veces se pasa por alto: declarar el contenido. Tus muebles, enseres eléctricos, ropa, equipos y pertenencias personales no están incluidos automáticamente con la estructura. Si no declaras ese contenido, tu póliza sólo protegerá las paredes y el techo, pero no lo que hace que tu casa sea realmente tu hogar. Imagínate perderlo todo y descubrir que tus pertenencias no estaban aseguradas: ese es un error que podemos evitar fácilmente.

Mi recomendación siempre es la misma: haz una lista de lo que tienes, guarda facturas y actualiza el valor cada vez que hagas una compra importante. Ese detalle, junto con una tasación actualizada, marca la diferencia entre una póliza que “más o menos” protege y una que realmente te da tranquilidad.

Al final del día, el seguro de propiedad es como un traje hecho a la medida: si lo ajustas de vez en cuando, siempre te quedará bien. Si lo dejas sin cambios por años, corres el riesgo de que no te sirva cuando más lo necesites.

Estoy aquí para orientarte y ayudarte a que tu póliza refleje la realidad de tu hogar y de tu inversión. No se trata solo de cumplir un requisito, se trata de cuidar lo que tanto valor tiene para ti y tu familia.


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