En Puerto Rico, los pequeños y medianos comerciantes son el motor de la economía. Desde cafeterías y colmados hasta oficinas profesionales y tiendas familiares, todos comparten una preocupación en común: proteger su negocio. Sin embargo, alrededor del seguro comercial circulan muchos mitos que terminan confundiendo a los dueños y, en algunos casos, dejándolos desprotegidos.
Como agente de seguros, he escuchado de todo. Algunos me dicen: “Jonathan, ya tengo seguro, eso lo cubre todo”. Otros creen que es demasiado caro o que solo las grandes empresas lo necesitan. Hoy quiero aclarar algunos de estos mitos y mostrar la realidad detrás del seguro de comerciantes en Puerto Rico.
Mito 1: “El seguro de propiedad lo cubre todo”
La realidad es que el seguro de propiedad protege la estructura y, si se declara, el contenido. Pero no necesariamente cubre la interrupción de negocio, la responsabilidad pública o los equipos electrónicos de oficina. Para eso existen coberturas adicionales que deben añadirse a la póliza.
Mito 2: “Un mismo seguro me cubre todas las actividades de mi negocio”
Aquí hay una confusión común. Muchos comerciantes creen que porque tienen un solo local y una póliza comercial, pueden realizar múltiples actividades con cobertura automática. Por ejemplo, un colmado que además instala generadores o una boutique que también ofrece servicios de costura.
La realidad es que la póliza está directamente vinculada a la actividad comercial declarada. Si no se especifica claramente todo lo que haces, el seguro puede negarse a cubrir un reclamo relacionado con una actividad que no está incluida. Por eso es fundamental sentarse con tu agente, describir todas las operaciones de tu negocio y asegurarte de que la póliza refleje esa realidad.
Mito 3: “Es un gasto innecesario”
Muchos comerciantes lo ven como un gasto, pero en realidad es una inversión. Un huracán, un robo o un incendio pueden generar pérdidas que superan por mucho la prima anual de la póliza. Tener un seguro es asegurar la continuidad de tu negocio y tu tranquilidad como dueño.
Mito 4: “Solo las grandes empresas necesitan seguro comercial”
La verdad es que los pequeños comercios son los más vulnerables. Una panadería de barrio o un salón de belleza pueden tardar meses en recuperarse de un evento sin seguro, mientras que una póliza adecuada puede ayudarlos a reabrir en cuestión de semanas.
Mito 5: “El banco ya me exige un seguro, con eso basta”
Cuando un comerciante obtiene un préstamo, el banco pide un seguro de propiedad como requisito. Pero ese seguro se enfoca en proteger el interés del banco, no necesariamente las operaciones o el contenido del negocio. Por eso es vital revisar si la póliza cubre realmente lo que necesitas como comerciante.
En conclusión, el seguro de comerciantes no es un lujo ni un requisito burocrático: es la herramienta que garantiza que, pase lo que pase, tu negocio tenga una segunda oportunidad. Tu póliza debe estar hecha a la medida de tu realidad, incluyendo tus actividades comerciales, tu inventario, tus equipos y tu responsabilidad como dueño.
Mi misión como agente es ayudarte a entender lo que realmente necesitas y explicarte en palabras simples las coberturas disponibles. Porque al final del día, un seguro no solo protege tu local: protege tu esfuerzo, tu inversión y tu futuro.
